Descubrimiento y conquista del valle de San Bartolomé
Jorge Robledo, conquistador español estaba en territorio de las sierras nevadas, donde tuvo noticias de que había unos indios cerca del lugar en el que se encontraban, acto seguido mandó y encargó a Juan de Frades, compañero de su tropa a descubrir ese camino, con algunos otros españoles. Luego de su travesía se dieron cuenta de que en aquel remoto lugar había un pueblo de indios, los que al encuentro con los españoles decidieron empezar a reunir a los demás formando una tribu de casi 1000 de ellos, cuando los españoles eran apenas 12. Juan de Frades y sus hombres permanecieron allí hasta el otro día, hasta que finalmente decidieron informarles que venía en paz en un idioma que aparentemente conocían. Los indios naturales con temor de ver a tal gente extraña deciden llamar a su rey, el cual para los españoles se hizo muy extraño, pues su cuerpo estaba adornado con una corona de paja muy sutilmente labrada, todo emplumado, con los cabellos acogidos en la cabeza y un cuero de nutria colgando del pescuezo. Los indios luego de su charla se ocuparon de hacerlos saber sobre el territorio, mostrarles sus riquezas y productos indígenas, donde se dieron cuenta de la variedad que había, como la azúcar morena, panes de azúcar, entre otras. Los españoles estuvieron allí durante 4 o 5 días donde los indios les sirvieron como buenos anfitriones, llevándoles comida e incluso regalos de oro. Al parecer luego de obtener tanto conocimiento acerca del territorio de los indios y con el propósito de su llegada que era conocer nuevas tierras y adueñarse del territorio, Juan de Frades mandó una carta a su gente del otro lado de las sierras, contándoles todo lo que allí había y cómo podían adueñarse de él.
Al recibir su carta Jorge Robledo envió a Jerónimo Luis Tejelo hacia aquel rico territorio con la intención de atacar y adueñarse, al llegar los indios quedaron perplejos por los artefactos con los que los atacaban y además por las bestias que montaban, sin embargo les dieron lucha con su mejor armamento y tuvieron, entonces una guasábara, de la que quedaron vencedores los españoles, ganando no sólo el territorio y sus riquezas, sino también indios esclavos que les sirvieran. A su nueva conquista quisieron darle por nombre el valle de San Bartolomé.